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El Tesoro del Barranquito

El Tesoro Del Barranquito
El Tesoro Del Barranquito

A principios del siglo XX, llega a Tazacorte una carta cuyo destinatario es un comerciante del municipio llamado Elías Rodríguez Pérez.

El Remitente, un oficial del ejército español que cumplía condena en una prisión de África.

En la carta, el militar el cual desconocemos su nombre, explicaba a Elías de su condena perpetua y la gravedad de una enfermedad que arrastraba desde algún tiempo. Solicitaba a Elías que le enviara dinero para costear el viaje de su hija desde Cádiz a La Palma con el fin de desenterrar un tesoro escondido en una cueva propiedad de Elías y que su hija le llevaría en mano un mapa que señalaba el lugar exacto.
La carta informaba que cuando el tesoro fuera desenterrado, este se dividiría en dos partes, una para la hija del militar y la otra parte para Elías.

Tiempo más tarde, la historia se complica, cuando Elvira, una vecina de Elías desvela que en un sueño, un fantasma la informó de un tesoro enterrado en Tazacorte que la mantuvo en estado de ansiedad durante bastante tiempo y que con el fin de desahogarse contó la historia a otras vecinas.

La noticia del tesoro corrió de boca en boca rápidamente dando la casualidad que el lugar que indicaba Elvira era el mismo lugar que indicaba el militar en su carta.

Dos hijas de Elías junto a una vecina, se trasladaron a la cueva señalada situada en el Barranquito, al llegar, las tierras estaban removidas, con restos de maderas y metales indicando de que en el lugar había habido algo enterrado.

Una de las amigas de Elvira que había oído la historia del fantasma fue acusada sin prueba alguna, pero si es cierto que esta abandonó Tazacorte junto a su marido instalándose en la vecina isla de Tenerife donde abrieron grandes negocios y llevaron una vida desahogada.
Cierta o falsa esta historia, la verdad es que aún anda en boca de los más ancianos de Tazacorte.

Autor: Fernando Rguez. Sanchez / Datos ofrecidos por la biblioteca Miguel de Cervantes.

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