Festival del Mar de La Palma. La vida en el centro - Foto de archivo. |
El 24 de diciembre de 1968, una cámara a bordo de la nave espacial Apolo 8 de la NASA, transmitió a la humanidad la que con posterioridad se convertiría en una de las fotografías más icónicasjamás tomadas desde el espacio:“El amanecer de la Tierra”,unincreíble retrato de nuestro planeta elevándose sobre la luna, una imagen que conmovió a la humanidady que se convirtió en el catalizador del incipiente movimiento ecologista contemporáneocuyas bases fueron fundadasen 1962 con la publicación del best-séller“Primavera Silenciosa” de la científica Rachel Carson, una investigación sobre el uso generalizado de pesticidas, al que posteriormentese sumaron otros como “La bomba P” del entomólogo Paul Ehrlich, “El Círculo que se cierra”, del biólogo Barry Commonero“Los Límites del Crecimiento” de Dennis y Donella Meadows, entre otros. Desde entonces la problemática ecológica y ambiental llenaría las aulas y las calles.
Sin duda la fuerza de esa fotografía se haya en que fue la primera vez quepudimosver la Tierradesde las profundidades del espacio, y percibir como nunca antes, sus límites y su fragilidad; como señaló el poeta Robert Poole, fue la primera vez que pudimos:
“Verla entera y redonda,hermosa, pequeña y azul en ese silencio eterno donde flota...”
Afortunadamente mucho hemos avanzado los seres humanos desde entonces en la comprensión de nuestra inevitable interconexióncon el mundo natural,y cómo nuestra arrogancia está robando a la Tierra su vitalidad sinfónica.“Sólo se protege lo que se ama, pero sólo se ama lo que se conoce y solo se conoce lo que se enseña”.Divulgar este importante mensajees uno de los principios fundacionales de laAsociación La Palma Isla Azul, una idea sobre la que se construyen todas y cada una nuestras accionesy que, por tanto, tambiénforma parte de la esenciadelFestival del Mar de La Palma.Unproyecto que se desarrolló por primera vezen agosto del año 2016en el barrio costero de Puerto Naos, tras recibirLa Palma Isla Azul una encomienda de SODEPALpara organizar una acción divulgativaque pusiera en valor, no sólo la importanciade los mares y los océanos por su gran potencialeconómico, lo que coloquialmente se conoce como economía azul, sino sobre todo, y esto era lo más motivantepara nosotros como Asociación, la necesidad de trasladar al ciudadano la trascendenciaecológica y socialque tiene océano para la vida de nuestro planeta.“Sin agua no hay vida, sin azul no hay verde”.
Con estas premisas nació el Festival del Mar de La Palma, un eventomodesto, desde un punto de vista presupuestario, pero que supoconvertirse en un auténticoreferenteinsular para lareflexión y el encuentro ciudadano,que, por medio de originales, variadas y divertidas actividades, facilitabaese necesarioreencuentro del ser humano con la naturaleza de la cual forma parte; algo ineludible si de verdad queremos abordar con éxito los enormes desafíos ambientales del siglo XXI.
Sin embargo, a pesar del rotundo éxito conseguido por el Festival del Mar de La Palmaen sus cuatro ediciones anteriores y, a pesar tambiénque lapandemia que padecemosha sido considerada por voces autorizadas en el mundo de la ciencia, comouna llamada de atención a reconsiderar nuestra relación con el mundo natural, este añohemos noexistía por parte de SODEPAL el compromiso necesariopara podercontinuar con esta importante labor divulgativa, al menos,en términos presupuestarios similares alas ediciones anteriores. Como Asociación,dentro del actual contexto de emergencia que vive el planeta no podemos ocultar nuestra honda preocupación por esta falta de liderazgo ambiental y creemos, a la luz delconsenso científico existente sobre las problemáticas ecológicas de nuestro tiempo, queestas decisionesdemuestran lo alejados que están nuestras instituciones de la realidad física en un contexto excepcional de emergencia planetaria. Hoy en día la pandemia y las consecuencias económicas derivadas de la misma no es nuestro único problema. Tenemos el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la acidificación y los plásticos en el océano, la sobrepesca, la deforestación, por citar solo algunos… Para nosotroslo real físico, climático, biológico, no es soluble en los trucos publicitarios. Vamos a tener que darnos cuenta de eso muy pronto, ya queuna correcta gestión de la biosfera es lo más importante porque es la única que tenemos.
No obstante y, a pesar de esta situación, queremos compartir públicamente nuestro agradecimiento a todos los que,de alguna manera,hicieron posible el Festival del Mar de La Palma, en especial al Sr. Pérez Camacho por creer en este proyecto, al Excmo. Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane y a su personal por la colaboración prestadacada año, ala Red de Observadores del Medio Marino en Canarias RedPROMAR y al proyecto MIMAR por su apoyo en cada una de las ediciones,a La Fundación la Caixa por creer en la importancia de la educación ambiental, al SPAR y a CUPALMA por su cercanía y sostén económico, a la Casa del Buceo por estar ahí,pero, sobre todo,queremos rendir un sincero homenaje a todos loscientíficos infatigables de estas islas, los “Carson” de nuestro tiempo, comoOlga Ayza, Félix Acosta, Emilio Soler, Jacobo Marrero, Alejandro Escánez,Carlos Sangil Hernández, Rogelio Herrera, Francisco del Rosario, o José Juan Castro, entre otros,que generosamente acudieron a nuestra llamada paracompartir en la Palma el resultado de sus investigaciones. Graciastambién alos artistas y divulgadores submarinos de estas Islas, comoFrancis Pérez, Sergio Hanquet,o Rafa Herrero,que con su arte nos enseñan cada día a ver la naturaleza con ojos no humanos y, como no,gracias ala bonita familia del CAZAFOTOSUB, todos habéis dejado huella en La Palma.
Estimados gestores de lo público. Han pasado 57 años desde la publicación de “Primavera Silenciosa”, y 53 desde el “Amanecer de la Tierra”, y ante el empeoramiento de las condiciones ambientales y sanitarias a nivel mundial, las nuevas tecnologías destructivas y el agotamiento de recursos, vale la pena recordar lo que nos mostró esa fotografía del Apolo 8 y lo que nos enseñó el trabajo pionero de científicas como Rachel Carson: “Todavía no hemos madurado lo suficiente como para pensar que somos solo una pequeña parte de un vasto e increíble universo”.“La cuestión es si alguna civilización puede desencadenar una guerra implacable contra la vida sin destruirse a sí misma, y sin perder el derecho a ser calificada de civilizada”.
Aún estamos a tiempo de cambiar nuestra manera de ver el mundo y nuestro lugar en él, pero la ventana cada vez es más estrecha. Muchas gracias a la hermosa gente de Puerto Naos por estos maravillosos años.
Fdo. Alfonso Montes de Oca Acosta. Presidente Asociación La Palma Isla Azul.
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