El Global Sustainability Fellows – GSF posiciona La Palma como un potencial modelo de desarrollo sostenible a nivel mundial |
El programa da cierre a las tres semanas de trabajo con una reflexión sobre retos de la sostenibilidad en el desarrollo de la Isla.
Los jóvenes líderes en sostenibilidad presentaron en público su visión y prioridades para impulsar la isla hacía la vanguardia en sostenibilidad.
El programa de Agentes de Sostenibilidad Global (Global Sustainability Fellows – GSF) en La Palma se ha clausurado el pasado viernes en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane; con la presentación de los resultados del trabajo realizado en la Isla, que dan vida al documento maestro que proponen los futuros líderes en sostenibilidad para el desarrollo de La Palma.
En la clausura han estado presentes Michael Ben-Eli, precursor del Global Sustainability Fellows y fundador del Laboratorio de Sustentabilidad de Nueva York; Vanessa Armendáriz, directora del Programa GSF; María Inmaculada González Pérez, Vicerrectora de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de La Laguna.; Carmelo León, Sergio Moreno Gil, director del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC); Raquel Rebollo, consejera de Turismo de Cabildo Insular de La Palma y Verónica González Acosta, Concejal de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane. El acto estuvo acompañado por el catedrático y director de La Cátedra UNESCO de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible de La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
El cierre del Global Sustainability Fellows – GSF La Palma se ha dividido en dos partes, la primera para la exposición de la visión y las principales conclusiones alcanzadas durante las tres semanas de trabajo en La Palma y en una segunda para la clausura institucional.
Durante la exposición de los resultados, en la que también estuvieron presentes profesionales de diferentes sectores de La Palma, los agentes participantes en el programa presentaron sus visiones, desafíos y líneas maestras para acercar la isla al nuevo paradigma de desarrollo sostenible que se busca, basadas en un trabajo de campo que se ha centrado en la interacción con la realidad social, económica, ambiental, y cultural de La Palma, a través del contacto con relevantes actores de la isla y la región.
Paula Clemente, en representación de los jóvenes agentes de la sostenibilidad global, esbozó una visión general del proyecto llevado a cabo en La Palma, en el que resaltó el carácter diverso y multifocal del programa de trabajo, el enfoque de sostenibilidad seguido y las herramientas metodológicas utilizadas, y manifestó el interés de los resultados obtenidos, toda vez que se trata de una aproximación que se enmarca en un proceso formativo y con limitaciones en el tiempo. En su opinión, conformará un documento de reflexiones sobre la conducción del proceso de sostenibilidad en la isla, pero, además, a través de los agentes de sostenibilidad y del Laboratorio participante conforma un cuadro de “herramientas útiles para trabajar en otros países”.
Clemente ha explicado cómo han transcurrido las tres semanas de campus de trabajo en La Palma, en las que el grupo ha comenzado aprendiendo y entendiendo “conceptos más teóricos y la metodología, para entender cómo funciona el Global Sustainability Fellows”, para después profundizar en las experiencias y conocimientos locales; atendiendo a cinco dimensiones clave: espiritual, social, de la vida, material y económica, e integrar todas las partes para ofrecer la visión holística que busca el programa y que defiende el Laboratorio como enfoque para abordar la sostenibilidad global. “Es esencial que se relacionen todos los elementos de forma conjunta - porque está todo interrelacionado - si queremos afrontar los retos de sostenibilidad a los que se enfrenta la isla”, subraya Clemente.
En esta aproximación al entorno y a través del contacto con actores locales para conocer la idiosincrasia de la Isla, según Clemente, se pudieron detectar como elementos generales y comunes en la realidad de La Palma: “la necesidad diversificación económica; el desafío demográfico: migración de jóvenes y población envejecida, el reto de la cohesión territorial y el acceso a la vivienda asequible”.
A estas observaciones se dio respuesta con el análisis sistemático de cada una de las dimensiones consideradas, que derivó en diferentes líneas estratégicas que se dieron a conocer. Se presentaba la isla con la visión de convertirse “un laboratorio de un ecosistema de isla saludable, con alto bienestar y calidad de vida”, todo ello combinado con buenas prácticas para el desarrollo social y económico.
En su intervención, Michael Ben-Eli, precursor del Global Sustainability Fellows y fundador del Laboratorio de Sustentabilidad, subrayó el potencial de La Palma para “ir más allá de los servicios tradicionales, hacia un verdadero desarrollo sostenible, estableciendo el concepto de sustentabilidad como el principio rector de la organización de la isla”.
Ben-Eli propone que “la comunidad de La Palma, sus ciudadanos, empresas y autoridades pueden colaborar en crear el Pacto de La Palma, comprometido de una visión común y una dirección acordada para el futuro desarrollo de la Isla”. Con ello, “La Palma podría encontrar su destino y abrir un desarrollo distinto y nuevas oportunidades socioeconómicas”. Para Ben-Eli, “La Palma podría ser un modelo especial para exponer iniciativas relevantes a la sustentabilidad de ecosistemas de islas en cualquier parte del mundo, posicionándose a la vanguardia de las agendas de sustentabilidad”.
Vanessa Armendáriz, directora del Programa GSF, apuntó que “estamos llamados a regresar el orden, por todo el desorden que generamos con nuestro estilo de vida actual y estamos agradecidos con todas las personas de la Isla de La Palma, con quienes encontramos esta visión común y creemos profundamente que La Palma, con sus condiciones actuales y la encrucijada en la que se encuentra, puede ser ese gran laboratorio para inspirar y poder aprender prácticas sostenibles de vida para cualquier otro sistema”. Lo que ha sucedido en La Palma, apunta Armendáriz, “no es diferente a lo que vamos a enfrentar en otros lugares por el Cambio Climático”, por eso” la gente de La Palma, desde su experiencia, puede ayudarnos a entender qué significa ser parte de este tejido de vida y desarrollar tecnología de alto nivel que nos ayude a ser conscientes y empezar a organizar nuevos escenarios para la vida”. Así mismo, mostró su interés por articular un proceso de colaboración con la isla continuado en el tiempo.
Por su parte, María Inmaculada González Pérez, Vicerrectora de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de La Laguna, ha subrayado el “entusiasmo” que supone la celebración de este programa y la participación de las dos universidades públicas de Canarias y su importancia por “la valentía de afrontar el mayor desafío de la humanidad, afrontar problemas globales de manera interdisciplinar, la comunicación entre diferentes dimensiones y articulación entre teoría y práctica”.
El director del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Sergio Moreno, indicó que “más que un cierre, esta es una apertura” porque “un evento transformador como este es un paso importante y un paso de avance, que demanda continuidad”. Moreno también ha aprovechado para subrayar lo que supone que se desarrolle un programa como este en La Palma, que las universidades de canarias formen parte del mismo, y que se responda con soluciones no abordadas a retos que se comienzan de pronto a conocer.
La consejera de Turismo, Raquel Rebollo, se ha mostrado agradecida y orgullosa de que un programa como este se haya celebrado en la Isla de La Palma y apunta que este es “el inicio a un nuevo camino que tenemos que llevar a cabo todos los palmeros y las administraciones, hacia un futuro para la Isla de La Palma”.
El programa ha supuesto la presencia en la isla de 20 agentes de sostenibilidad, un equipo de 12 profesores que han integrado la facultad y la intervención de 60 especialistas, expertos en sus materias, agentes públicos y privadas y personas afectadas por la reciente erupción volcánica, y se ha venido desarrollando desde el pasado 9 de julio.
El programa ha sido posible gracias al apoyo del Cabildo Insular de La Palma, a través de la Consejería de Turismo y de la Consejería de Medio Ambiente, de la Fundación Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, la Presidencia del Gobierno de Canarias, las consejerías de Agricultura, Ganadería y Pesca y de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, y de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, la Asociación para el Desarrollo Rural de la Isla de La Palma, la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita y el Instituto de Astrofísica de Canarias.
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