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El acoso escolar afecta a 256.000 menores en España, según datos de marzo de 2025 |
El pasado jueves, 2 de mayo, se conmemoró el Día Internacional contra el Acoso Escolar, también conocido como bullying. Esta fecha busca visibilizar una problemática que afecta a miles de menores en todo el mundo, incluyendo a España, donde la incidencia sigue en aumento.
El acoso escolar se manifiesta cuando un niño, niña o adolescente molesta de forma reiterada a otro con la intención de causarle daño. A diferencia de una pelea puntual, el bullying implica una conducta persistente que puede tener graves consecuencias emocionales y psicológicas para quien lo sufre. Entre las formas más comunes se encuentran el acoso físico (como empujones o golpes), verbal (insultos, burlas, amenazas), psicológico (crear miedo o inseguridad), social (aislar a alguien o fomentar el rechazo del grupo) y el cibernético, conocido como ciberacoso, que ocurre a través de internet o redes sociales.
Las personas que son víctimas de acoso escolar pueden experimentar sentimientos de tristeza, soledad, miedo y rechazo, lo que en muchos casos repercute en su asistencia y rendimiento escolar. A menudo, el miedo a hablar o a no ser creídos dificulta que pidan ayuda. Por ello, se insiste en la importancia de que quienes sufran o presencien situaciones de acoso acudan a un adulto de confianza, como padres, profesorado o personal de orientación educativa. También se subraya la necesidad de que el entorno escolar no permanezca indiferente, ya que el silencio y la pasividad pueden perpetuar el problema.
Según los datos publicados en marzo de 2025, se estima que en España aproximadamente 256.000 menores han sido víctimas de acoso escolar. Un 24,7% del alumnado de entre 5 y 18 años afirma haberlo sufrido, lo que representa un incremento respecto al año anterior. De ese porcentaje, el 9,4% asegura ser víctima actual de bullying o ciberbullying. Los insultos y burlas representan el tipo de acoso más frecuente (87,6%), seguidos del aislamiento social (42,6%). Además, un 1,1% de los estudiantes declara sufrir exclusivamente ciberacoso, mientras que un 1,8% lo padece tanto en el entorno físico como digital.
La duración del acoso también preocupa: el 47,3% de las víctimas asegura sufrirlo durante varios meses y un 26,6% durante más de un año. Por otro lado, casi la mitad del alumnado (47%) reconoce no intervenir cuando presencia situaciones de acoso escolar. La franja de edad con mayor incidencia se sitúa entre los 11 y los 12 años, sin grandes diferencias entre chicos y chicas.
Ante estas cifras, diversas organizaciones, como la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña, insisten en la urgencia de adoptar medidas efectivas de prevención y actuación. La implicación de toda la comunidad educativa es clave para fomentar una cultura basada en el respeto y la empatía, y para erradicar un fenómeno que puede dejar secuelas profundas en la infancia y la adolescencia.
Para más información sobre cómo actuar frente al acoso escolar y acceder a recursos de apoyo en La Palma, se puede visitar el portal www.saludmentallapalma.com.
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