Fátima, el milagro sin reconocimiento

Fátima, el milagro sin reconocimiento - Monumento de Fátima en Las Manchas.

El relato milagroso que representa el Monumento lo relata con precisión empírica el amigo José Guillermo Rodríguez Escudero.

Don Blas Santos era simultáneamente cura de Fuencaliente y de Las Manchas, parroquia erigida en 1929. El sacerdote fue uno de los testigos de la erupción del Volcán de San Juan de 1949. "El terrible brazo rojo, negro e incandescente de lava rodaba lentamente ladera abajo destrozando cuanto encontraba a su exterminador paso". Salió desde El Llano del Banco y rápidamente se deslizó por el Salto de La Aguililla hacia Bernal en donde destruyó las primeras bodegas y viviendas por la depresión del Barranco de Los Cubos. Iba ya en dirección al caserío y amenazaba con engullir su ermita. "El sacerdote había hecho la promesa de que si se salvara la pequeña iglesia de San Nicolás de Bari de Las Manchas, levantaría allí mismo un monumento a la Virgen del Rosario de Fátima. Sus rezos fueron escuchados. La lava, incomprensiblemente, se detuvo ante el oratorio y se desbordó abriéndose a los costados. Los testigos lo definieron como un prodigio divino y así fue transmitido a través de las generaciones".

La bella imagen terminó de esculpirse en Galicia en 1951, dos años después del "milagro". Una preciosa efigie de granito que fue bendecida en 1952 por el Arzobispo y Cardenal Quiroga Palacios en Santiago de Compostela, llegando a Las Manchas en ese mismo año. Sin embargo, no pudo ser bendecida en su nuevo entorno hasta el 24 de junio de 1960, una vez fueron reanudadas las obras del monumento donde iría ubicada la Virgen en 1958".

Es el único lugar de Canarias relacionado con un hecho milagroso (al margen de las apariciones de imágenes que se circunscriben a los siglos de la conquista y colonización). Es un lugar de devoción y respeto para los habitantes de la zona. El 12 de mayo, una peregrinación de fieles de Fuencaliente recorre a pie los 15 kilómetros que separan a Los Canarios del Monumento, que es propiedad del Obispado de la Diócesis Nivariense.

Hasta ahora no ha habido nunca una revalorización del lugar ni del hecho milagroso que atraiga a lo que se denomina como "turismo religioso".

Ahora el Monumento de Fátima está situado justo en medio de los dos volcanes, a escasos metros del cráter de Tajogaite, que también respetó su estructura y el de templo de San Nicolás de Bari.

A las Manchas, triste realidad del acoso de dos volcanes recientes, un reconocimiento a Fátima aliviaría esperanzas frustradas.

Primitivo Roberto Jerónimo Pérez