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| Breña Alta honra la memoria de Bernardo Álvarez en una multitudinaria Misa de Réquiem - Fuente y foto: Parroquias de San Pedro Apóstol y San Isidro Labrador en Breña Alta. |
La Parroquia de San Pedro Apóstol, en Breña Alta, acogió en la tarde de este jueves 11 de diciembre la Misa de Salida o de Réquiem en memoria del obispo emérito Bernardo Álvarez Afonso. El templo que lo vio nacer a la fe y en el que fue bautizado reunió a numerosos fieles de toda la isla, así como a representantes institucionales del municipio. La celebración fue presidida por el obispo Eloy A. Santiago Santiago y contó con la participación de un amplio grupo de sacerdotes. Los cantos estuvieron a cargo de la Coral Polifónica de la Villa de Breña Alta, que acompañó la liturgia durante toda la Eucaristía. Al término de la ceremonia, el obispo depositó una corona de flores en la lápida que recuerda el bautismo de Álvarez Afonso, ubicada junto a la pila bautismal.
El párroco dirigió unas palabras de agradecimiento al finalizar la celebración, destacando la cercanía y sencillez que siempre caracterizaron al obispo emérito. Señaló que su pueblo, sus raíces, su familia y su gente ocuparon un lugar esencial en su vida, y que la comunidad quiso corresponder a ese afecto con su oración. También expresó un agradecimiento especial a la presencia del obispo Eloy, a los sacerdotes de la isla y a Guedes, Delegado Diocesano para el Clero desplazado desde Tenerife, cuya participación consideró un reflejo del respeto y el cariño que Bernardo Álvarez supo cultivar como presbítero y como obispo a lo largo de años de servicio a la Iglesia.
El párroco extendió su gratitud a los fieles que acudieron desde distintos puntos de La Palma, a las autoridades presentes y a la Coral Polifónica de la Villa de Breña Alta. Subrayó que la fe compartida ofrece la certeza de que la vida del obispo emérito continúa en la plenitud del amor de Dios. Asimismo, invitó a la comunidad a mantener vivo su ejemplo de pastor cercano, de hombre sencillo y de hijo agradecido de la tierra palmera, confiando en que su legado siga dando fruto en la diócesis. La celebración concluyó con la colocación de una corona de flores en la lápida bautismal y con la interpretación del Pie Iesu, una de las piezas preferidas de Bernardo Álvarez y que sonaba en el momento de su fallecimiento.
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