El virus que se expande en un "Eso no pasa nada"

La Palma ha superado ya los 500 casos activos y sigue subiendo imparable, y no solo nuestra isla, sino toda España y otros países.

Ayer entendí la razón por la que estas cifras se siguen disparando y es sencillo, porque aún no hemos entendido ni aceptado 3 normas básicas: 1. Mascarilla, 2. Distancia, 3. Higiene de manos.

Lo veo siempre que voy a los distintos supermercados, tanto grandes como pequeños, donde ya nadie está pendiente de ponerse o no gel, donde entran con la misma como si no pasara nada y luego, con su santa calma, tocan las pinzas del pan, la fruta y verdura, y así distintos productos, se apoyan en las cajas, barandas, etc. y parece que no pasa nada.

Voy por las calles, los bares y terrazas llenos de gente sin mascarilla, cuando la recomendación, es llevarla puesta todo el tiempo y bajarla exclusivamente para comer y beber, pero no, más cómodo, llegamos, nos la quitamos y a alegar, a darnos abrazos y besos y de pronto un grupo de amigos somos todos convivientes. Paseando por calles sin mascarilla o nariz fuera cuando es ya obligatorio su uso correcto. Y si se fuma, todo está permitido, nos juntamos 3 o 4, juntos apoyados en los morros y traseros de los coches, a fumar, hablar y reirnos, juntos, a menos de 1 m, da igual, el tabaco ya lo cura todo, o nos cruzamos con otros y podemos ir mascarilla bajada, porque vamos fumando, algo que no protege del virus, ya que se sabe que puede propagarse en ese vaho. Y esos amigos que vuelven de la uni, o no se veían desde uff, dos besitos y ese abrazaco, "Vente pa'ca hermanazo, cuánto te quiero tío" o "Qué alegría verte, mua, mua"...

En las casas, estos días encuentros familiares, y todos sin mascarilla: "Ay, abuelito, cuanto te quiero, mua, mua", y tanta felicidad y amor repartido en besos y abrazos, sin mascarilla.

Nos resistimos a soltar las viejas costumbres, a ser prudentes, excusándonos en conspiraciones mundiales, lucha de castas, etc. Quienes hemos enterrado familiares recientemente, en esos momentos, bien poco nos importa esas teorías, sólo nos duele perder a ese familiar, y quizá, por un "Ay, abuelito, cuanto te quiero, mua, mua", y quien dice abuelo, dice padre, madre, hermano, tía... qué más da. Si realmente queremos a alguien, por favor entiende, que hay que protegerlos. Los mejores abrazos, son los que les daremos en un futuro, porque aún siguen vivos.

Sé que este virus no mata a todos, sólo a unos pocos, pero a los míos, los quiero demasiado como para apostar sus vidas en un "Eso no pasa nada" o en "Ese virus no existe" o en un "Ah eso na, invento pa vender más vacunas". Imaginemos que quienes lo dicen, tienen razón, perfecto, no pasa nada, pero ¿y si no?, ¿y si, al no ser virólogos, ni expertos patólogos, y su simple criterio personal, que prefiere negar algo contrastado para no agobiarse, les está haciendo poner la vida de su familia o la de ellos mismos en riesgo?... ¿Apostarías la vida de tu padre, o de tu hermana, o de tu abuelo?. No sé, yo los quiero demasiado como para no jugar ni apostar con sus vidas.

Cuando alguien es prudente, escuchas esa fracesita de "¿Tú también estás con eso?", y lo tachamos de delicado, exajerado, hipocondriaco, paranóico, etc. y nos reímos, pero la pregunta es "¿De qué nos reímos?": ¿por hacer las cosas bien?, ¿por no arriesgar la vida de nadie?, o ¿por proteger a los demás?. ¿Cuál es la gracia?, porque los que han perdido un familiar, que aquí en La Palma superan ya la veintena de víctimas, no los veo descojonados.

Luego cuando suben de nivel y aumentan las restricciones, nos quejamos, nos enfadamos e intentamos, a escondidas, hacer lo que nos da la gana igualmente, luego nos sentimos hasta orgullosos "Ños, niño, nos juntamos 50 en casa de fulano"... luego cuando tu padre lo ingresan, porque lleva unos días tosiendo asfixiado y ha dado positivo, llamas a tus "colegas" y se lo cuentas orgulloso y si tienes "la suerte" de enterrarlo, recomiendo lo pongas al final de la esquela "Nos reunimos 50 en casa de fulano y oss, ni mascarillas, ni na, nos lo pasamos en grande".

Por supuesto si alguien te llama la atención, porque llevas la nariz por fuera o no llevas mascarilla, mosquéate que seguro que el "mierda ese es un subnormal y te está jodiendo".

Quizá, ha llegado el momento de parar y comenzar a pensar que en este mundo, las personas, valen más que las opiniones o comodidades, que cuando te acerques a otro/a, antes de darle un abrazo pienses: ¿y si sí?. No es vivir con miedo, sino con respeto y amor a los otros, porque los quieres los proteges, porque te quieres, te proteges y sólo así, aunque lo hagas tu solo, aunque los demás se rían de ti, porque realmente te importan, tu les protejas y si este artículo te ha parecido exajerado, negativo o alarmista, posiblemente, es que está dedicado especialmente a ti.

Por: J. Gómez Sánchez.

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